martes, 28 de noviembre de 2017

La primera impresión.

La semana pasada, semana en la que trabajaba de tardes, me fui tras dejar a mi hija en el cole, a tomar café con unas mamis de la clase de Iris... les llamo mamis para que nos centremos, pero para mi ya son AMIGAS en mayúsculas.
Fue un día nada más, el trabajar de tardes me quita ir al parque con mi hija después de las clases y pasar ese momento que hace que tan bien le hacen a nuestros hijos y tan bien a mi misma, no creía que encontraría en esos momentos una brisa de aire fresco que me hace ser feliz.
Sin enrollarme que nos conocemos, la mañana del café, hablando entre risas, una de las madres me contaba la sorpresa que se había llevado para bien su marido con mi persona. Y es que, como siempre me ocurre, mi cara de acelga mustia no acompaña a mi carácter extremadamente risueño, gracioso y de buena persona que tiene una misma. (En fin, que una no tiene abuelas ya y si no me lo digo yo...), pero vamos a ser francos: qué malas son las primeras impresiones en mi persona.
Y va y la otra AMIGA, más fresca que una rosa me suelta: Es que a Vero le pasa como a mi cuñada, que si no las conoces piensas: que ESTUPIDAS son. Y claro, ahí vienen las risas, que si, que me hace gracia de verdad, que no me rio por compromiso, pero ESTA, que a darle vueltas a las cosas no tiene rival, se pasa el fin de semana pensando: Joder, que mala primera impresión debo dar.
Y realmente es algo que me preocupa, porque tengo un puto defecto -entre otros muchos, claro está- pero uno que me lleva por la calle de la amargura, y es el querer caerle bien a todo el mundo, y eso, VERÓNICA, no puede ser.
Vaya, que con la fresca que me soltó la madre en cuestión (y que sé que me está leyendo y de verdad, no te sientas culpable que a mi eso no me duele), le he estado dando al run run y veo que tengo un problema gordo gordo, porque por querer caer bien a la peña que me rodea, he ido perdiendo mi esencia, y he acabado siendo una persona que no sé muy bien por donde cojea, que si estoy con la familia: soy la buena chica. Que si estoy con la gente del trabajo: soy la responsable. Que si estoy con mis amigos de toda la vida: soy yo...
Que si a Fulanita no le gusta el reguetton: a mi tampoco, que si a Menganita le gustan los programas de corazón: pues a mi también.
Y así andamos, que no sé si hoy me gustas y mañana no o viceversa.
Pero tranquilos, no debe ser algo grave, ni exclusivo en mi persona, porque leía una cita celebre el otro día que decía: La cosa más difícil en la vida es conocerse a uno mismo. Un tal Tales lo dijo, y no fui yo, que por desgracia tan inteligente no soy, pero al menos he llegado a pensar igual que él en esta afirmación.
Y bueno, que como me decían hoy mis MAMIS-MIGAS (palabro que uso ya para denominar madres y amigas), quien te quiere se quedará a tu lado, si les importas se quedarán para descubrirte y quien no... a correr.
Pero que yo, que sé que tienen más razón que un santo, voy a intentar dar mejor primera impresión, me voy a comprar una HP gama alta, full equip y voy a imprimir a todo color y hasta con música si puede ser...
¿Has comprado folios? ¡Jolín! A mi no me quedan...

Besetes amigos y siempre buen humor.

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