Llevo una semana atropellada,
estamos a jueves y me da la impresión de que lo tengo todo por hacer y de no
acabar nada… ¿conocéis la sensación?
Ni siquiera he tenido tiempo para
ponerme a escribir en el blog.
Yo no sé si es por estos vientos
locos que nos hacen estar descentrados, la dieta que me hace perder reflejos
además de kilos, el gym que hace que lleve una semana de “el ritmo no pare no
pare no, el ritmo no pare…” o será este “caloret” que se va acercando de foc y
flama que dice la Rita. Sea lo que sea llevo una semana de lo más atropellada,
como que no me cunde nada.
Eso si, los ánimos están por las
nubes… ¡¡y lo que me alegro!! Que es que ya me tocaba. Pero cansada un rato.
La verdad es que necesitaba este
cambio en mi vida, el ponerme las pilas en serio y hacer algo con mi cuerpo y
sobretodo con mi salud, y aquí estoy, que puedo decir que ya llevo cuatro
semanas en el gym, y una a dieta y que aunque tengo mis momentos malos y hay
veces que mi cerebro solo que me grita: ¡¡¡¡chocolateeeeee!!!, por ahora, como
una campeona sigo aguantando y no cayendo en las tentaciones, que mira que
haberlas haylas, jopeta.
También soy consciente de que me
queda laaaargo camino y es que en una semana de 63.8 he bajado a 61.6, así que para
llegar a los 55 que me encantaría pesar me queda mucho trabajo, pero estoy
convencida de que poco a poco, siguiendo mi caminito de baldosas amarillas,
conseguiré llegar a la meta.
Solo pido que la fuerza de
voluntad y los ánimos no me fallen ahora y que vosotros, los que leéis mi blog
tengáis paciencia, espero centrarme pronto y escribiendo algo que realmente
valga la pena.
Besos.