Bueno… pues ya llegó la
primavera, y con ella el “caloret” el de fallas no, desde luego, este ha
llegado más tardío, el “caloret” de la semana Santa lo llamaremos, pero
“caloret” a fin y al cabo. Y con la primavera de paso el cambio de hora, la polinización,
las alergias, la alegría de la huerta oiga…
A todos menos a servidora, que le
da por los picores, de ojos, de cara, de cuello, de granos, de alergias, de
sueño y ¿cómo no? De esa rara tristeza que llega con los cambios… ¡¡Tengo el
pack completo!! ¡¡Marchando una de quejidos varios, que llegó la dolorosa
Señores!!
Y es que a mí, la primavera me
afecta, la sangre se me altera, y a varios niveles por lo que veo porque mi
cara comienza a parecer una paella de granos que pican como si no hubiera mañana
por algún tipo de alergia desconocida que no se sabe de donde viene, me salen
habones en la piel y me cambia el humor hasta que le pillo el truquillo a este
cambio.
Sin más, os diré que ayer, apagué
las noticias tan solo acabar los titulares, y es que o la apago o salimos de mi
casa en canoa y esto parece la nueva Venecia, pero me pongo sensible modo: AL
MÁXIMO. Y me afecta todo todito todo, así que cuidado con llamarme tonta el
culo que en un momento dado os monto la fuente de los doce caños aquí en vivo y
en directo con agua salada vertiendo de mis ojos.
Si es que o me lo cojo con humor
o me pego un tiro, menos mal que una ya se va conociendo y poco a poco creo que
esto se irá pasando, como en anteriores ocasiones. Paciencia para los que me
rodean que son los que me tienen que aguantar, cuando yo misma no puedo ni
conmigo. Y es que la primavera me pone paranoica, como dice mi querido esposo,
que ya no se sorprende de nada.
Y tranquilos, que ahora lo único
que me ha dado por pensar, es que no me siento querida, no por mi marido, sino
por la gente de alrededor, pero vamos, que otras veces me da porque me siento
sola, otras porque caigo mal a la gente y ahora… pues eso, porque no me
quieren. Y si, ya tengo frase para auto-motivarme yo sola, hasta que esta tontería
se vaya por donde vino, y de paso os la comparto por si hubiera otro “bicho
raro” en el planeta que se siente como yo (cosa que dudo seriamente, pero en
fin…).
Solo porque alguien no te ame como tu quieres, no significa que no te
ame con todo su ser.
Vamos que quien no se consuela es
porque no quiere y aquí una, ya se sabe hasta consolar sola… ea, ea, ea… y que
pase ya este loco principio de primavera.
Besitos.