Querido Bubu:
Aún no hace ni 24 horas que te
has marchado de nuestras vidas y no te puedes imaginar que vacío tan grande has
dejado.
Es imposible escribirte esta
carta sin llorar, llevo haciéndolo desde que ayer supe la noticia, no puedo –ni
quiero- evitarlo. Siento un profundo dolor en el pecho y una sensación de ahogo
constante… ¿quién nos iba a decir que tu partida estaba tan cerca?
Seguramente tú ahora estarás en
el cielo de los perros, ya ves que ingenua soy, no creo en el cielo de los
humanos, pero sí creo que hay cielo de perros. Ahora estarás bien, quizá
asomado a una nube viendo el dolor tan grande que nos causa tu ausencia, pero
sin esos insoportables dolores que te acompañaron los últimos días de tu vida…
Que injusta manera de irte!! Que
injusta manera de sufrir!! Tu, ese amigo de cuatro patas que disfrutabas de
nuestra compañía, que tantos momentos buenos nos diste, que sufrías cuando uno
se alejaba de la manada porque querías que estuviésemos todos juntos… No eras
mal perro, solo un poco gruñón, pero como la familia en la que te tocó vivir:
Todos gruñones pero de buen corazón, y tu corazón era pequeño de tamaño pero
grande, muy grande. Siempre dispuesto a pegarnos un lametazo cuando menos nos
lo esperábamos, y hacernos sacar una sonrisa… Y esas fiestas que nos hacías
cuando llegábamos a casa, aunque hiciera solo dos minutos que nos hubiéramos
visto. Siempre ladrando cuando nos íbamos como diciéndonos que de eso nada, que
no nos fuéramos, que nos quedáramos un poco más.
Me encantaba verte saltar cuando
había mandarinas en la mesa, nunca he visto un perro saltar como tú, yo te
llamaba el perro más valenciano del planeta, porque lo tuyo con las naranjas y
las mandarinas no era normal… Me encantaba acostarme y que te tumbaras en el
hueco dejado por el pecho, quizá sea por eso que ahora me duele tanto ahí…
11 años han sido muy pocos, Bubu,
tu aún no te tenías que haber marchado, creo que los perros deberían ser
eternos…
Seguramente si nos ves desde esa
nube estarás sufriendo por como lo están pasando las personas que te queríamos,
tus dueños, la Buba, yo… Pero es que eras tan querido y has dejado un vacio tan
tan grande… ¡¡con lo pequeño que eras y que hueco tan grande has dejado!! No te
preocupes, intentaremos recuperarnos Bubu, no te prometo nada, pero saldremos
adelante siempre con tu recuerdo en la mente y en nuestros corazones, cuídanos
desde tu nube, mándanos una señal para saber que estás bien… Ládranos desde
allí.
Te queremos Bubu… Te quiero.
Hasta que nos volvamos a encontrar.