jueves, 6 de agosto de 2015

Sin sentimientos

Sé que sabéis que soy una persona melodramática… lo soy, aunque también reconozco que ahora bastante menos que antes, pero hay cosas que me llegan al alma y que pese a que yo quiera ser una persona “abierta de mente”, entender ciertas cosas y tolerante, hay cosas que no puedo soportar, comprender, ni tolerar.
Últimamente es que me da por pensar en que la muerte está sobrevalorada, y yo no logro entender ese tipo de conducta. No hablo solamente de la muerte de las personas, que también, hablo de todo tipo de muerte en general.
Yo, que hasta mañana, he sido –y seré- una paranoica de pensar que nos queda un día menos, que me da miedo saber lo que hay “al otro lado” (realmente porque creo que no hay nada), que tiemblo de pensar que mis mayores se irán apagando poco a poco, que perderemos amigos, seres queridos y demás, hasta que nos toque a nosotros. No entiendo la naturalidad que se la da hoy en día a la muerte, al matar, a los accidentes de tráfico, a la violencia de género, a la cacería ilegal (o legal, todo sea dicho), a los festejos en los que se emplean animales para llevarlos hasta la muerte… no la entiendo.
Quizás todavía no hayáis perdido a algún ser querido cercano, o a una mascota, pero es un trago muy muy difícil de sobrellevar al menos para mí. No entiendo a esa gente que habla de gente que ya no está y no se emociona, no entiendo los noticiarios como hablan de muertes a centenares cada día y pasan a otra cosa como lo más normal del mundo, no entiendo que la gente no se dé cuenta de que cuando una persona fallece, por desgracia, no la volveremos a ver nunca más, que cuando alguien se quita la vida, de normal es porque está enfermo y no porque es el camino más fácil que había y lo ha elegido sin más… Lo siento, no entiendo como el mundo se está quedando sin sentimientos, porque para mi ese es el verdadero problema del planeta hoy en día y de la humanidad… NOS ESTAMOS QUEDANDO SIN SENTIMIENTOS.  Y sin sentimientos nunca cuidaremos nada, empezando por nuestro hogar, que es este planeta en el que vivimos y al que no le damos la mínima importancia, y acabando por esos seres vivos que nos rodean, ángeles de cuatro patas, que como hoy leo en la prensa, por poner un ejemplo, entierran vivos.
Soy melodramática, lo sé, pero realista también.

Besos. .

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