miércoles, 14 de enero de 2015

Las tres dimensiones del tinte.

Hoy he roto la "barrera del color", si señores y señoras, así he llamado a una de mis nuevas aventuras... Cosas que hace una cuando su peluquera está de baja maternal y esa misma una (ósea, yo), no se puede estar quietecita con las manos... ¡¡Chantal regresa ya!! 
En fin, a lo que iba, a la barrera del color. Una, es atrevida, aventurera, nació para el riesgo -juas, juas, juas- y después de que su peluquera le pusiera un monísimo color rojo de pelo, arriesgado e innovador, la peluquera parió y cogió su baja para cuidar de su preciosa criatura. Pero mi pelo pues claro, siguió su camino, creció, lo lavé diversas, varias, muchas veces y el color rojo preciosísimo se fue transformando en anaranjado feo, así que la aventurera de mí, se fue a una tienda de productos de peluquería y aconsejada por la dependienta me teñí el color más parecido que había al rojo que mi amada peluquera me tiñó... No quedó mal, nada mal, pero la historia se repitió y con los lavados y la raíz el rojo se marchó...
Segundo intento: una vez más en otra tienda de productos de peluquería -diferente a la primera, así soy yo de constante- me dan otro rojo super parecido al rojo divino de la muerte, y el intento me satisface de nuevo. Dos veces, la tercera estaba por llegar y todo no siempre puede salir bien.
El rojo es muy bonito pero a mí me aguanta tres asaltos, así que harta de ver mi pelo panoja me voy al super y me hago con un rojo violín que este seguro que me aguanta más, ya verás, porque es más oscuro y ya hasta que no vuelva mi peluquera ya no me tiño más... ¡¡ja-ja-ja- bonita!!.
Me tiño en casa y cuando me miró en el espejo encuentro a una tipa con mi cara y el pelo negro azabache, que es lo que me faltaba, para mi cara blanca de acelga, que me hace parecer enferma...¡¡horror!! No me gusta nada de nada, pero en fin, lo aguantaré cuanto pueda.
Mi subconsciente, que en ocasiones es muy puto, me dice en voz bajita día si, día también: "no me gusta, no me gusta, cambiatelo, venga..." Y yo que a fuerza de voluntad me gana hasta una hormiga, me meto en internet e investigo y por fin encuentro: ¡¡PRODUCTO INNOVADOR EN ESPAÑA!! Un quita-tinte, que te quita todo el tinte acumulado y vuelves a tu color verdadero de pelo, yo, que desde los 18 no he visto cual es mi color natural y ya ni me acuerdo. DE VENTA SOLO EN HIPERCOR. ¡pues pa' allá que me voy!!... Tonterías a mí ninguna... Y toda chula pues hoy que me lo pongo.
RESULTADO: He descubierto que mi color de pelo natural es...RUBIO!! Con mis cejas marrones de toda la vida, y pelo rubio... Madre mía, que aprensión al mirarme en el espejo, susto ha sido poco.
Y una se pregunta... ¿pero como cojones voy a salir así a la calle? ¿Y como llevo yo mañana a mi hija al cole? Pues corriendo, en el amparo de la noche (gracias invierno por a las siete de la tarde ser ya de noche), me he ido corriendo al super -si, otra vez- y me he comprado un castaño claro que ahora me veo y soy ya por fin yo, la yo de siempre, la de toda la vida... Así que nada, después de la fase tres dimensiones en color de tinte para el pelo en el que el mismo día he sido morena, rubia y castaña... Manitas quedaros ya quietas que la peluquera está a punto de volver al curro y ya si eso, ella que te arregle el "percal".
Ahora me río pero os juro que hace dos horas estaba a punto del llanto.
Saludos amigos.

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